La medicina de estar en el bosque. Caminar, sentarse, escuchar y disfrutar del silencio y los sonidos naturales de un bosque viejo.
En los años 80 el gobierno japonés puso en marcha los baños de bosque (Shinrin-Yoku) como terapia de relajación mental y física que sirviera como antídoto para el estrés de la población urbana sometida a niveles muy intensos de trabajo.
Esta iniciativa se inspiró en tradiciones ancestrales que promueven la comunicación con la naturaleza a través de todos los sentidos.
Se necesita:
- Ir sin prisa
- Si es posible una vez a la semana al menos
- No solo es caminar, también hay que pararse y establecer conexión con los seres vivos que habitan el bosque…
- Prestar atención a lo que vemos, escuchamos, tocamos…
- Aumenta la creatividad
- Refuerza el sistema inmune
- Mejora el estado de ánimo y la capacidad de concentración
Esta práctica ha ido calando no solo en Oriente, también en Occidente y actualmente existen muchas iniciativas que ofrecen baños de bosque guiados y hasta terapias con alojamiento incluido.
Si el paseo va a ser largo, una de las mejores formas de equipaje es ir ligero, ya sea en bici o a pie sin olvidar la hidratación.
¿Habías oído hablar de esta terapia?
Antes de conocer el Shinrin-Yoku, en otoño siempre he hecho algún paseo por el bosque, seguramente tú también… ¿quién no se ha tirado encima de un montón de hojas alguna vez…? 🙂